¿Cómo protejo a mi mascota de los parásitos internos?

Los parásitos internos, o endoparásitos, pueden ser causa de adelgazamiento, mal aspecto del pelo, diarreas, e incluso vómitos en perros y gatos (entre otros signos clínicos). La prevención y el control de los parásitos internos mediante la desparasitación es esencial para garantizar su salud y la de sus cuidadores, ya que muchas de estas parasitosis pueden transmitirse al ser humano.

Además, algunos de estos parásitos internos son transmitidos por parásitos externos, por ejemplo Dipylidium(transmitido por la ingestión de pulgas infectadas), de ahí que sea tan importante desparasitar a nuestra mascota tanto por dentro como por fuera para obtener una protección completa.

En esta entrada revisaremos cuáles son los parásitos internos más frecuentes en nuestras mascotas y cómo prevenirlos y controlarlos.

Vectra_niño pequeño jugando con un perro

Ofrecer una protección completa frente a parásitos internos y externos es garantía de salud para nuestras mascotas.

Parásitos internos transmitidos por parásitos externos

Cestodos

Los cestodos son parásitos digestivos de aspecto similar a una cinta blanca (gusanos planos) que pueden infectar a perros y gatos. Muchas cestodosis son también zoonosis, es decir, pueden infectar a las personas (que desarrollan, por ejemplo, un quiste hidatídico).

El contagio se produce por ingestión de carnes contaminadas con las larvas del parásito (en el caso de teniosis y equinococosis, más frecuentes en perros y gatos en entornos rurales) o por la ingestión de pulgas infectadas (en el caso de la dipilidiosis, más frecuente en perros y gatos de entornos urbanos y periurbanos). Al poco tiempo de infectarse, se empiezan a eliminar segmentos del gusano repletos de huevos. Estos huevos, cuando se secan, pueden verse alrededor del ano, en el pelaje o en la cama de nuestra mascota y producirles picor e irritación (los animales típicamente arrastran el trasero por el suelo). Visualmente, su aspecto es parecido al de un grano de arroz.

Cuando la infección parasitaria es leve, los signos clínicos pueden pasar desapercibidos, pero cuando la carga de parásitos es muy importante existe pérdida de peso, diarrea, mal estado del pelaje y mal estado general del animal.

La dipilidiosis es una de las enfermedades parasitarias por cestodos más frecuente en perros y gatos (hasta el 35 % de los animales podrían estar afectados) y también puede transmitirse a las personas si estas llegan a ingerir pulgas infectadas. Los niños, que suelen tener contacto estrecho cuando juegan con sus mascotas, pueden contagiarse con relativa facilidad. Por tanto, si mantener un buen programa de desparasitación interna y externa es esencial para la salud de nuestra mascota, es especialmente importante cuando hay niños en casa.

 

Nematodos

El grupo de los nematodos, conocidos también como gusanos redondos o lombrices, es muy amplio y afecta a mascotas de todas las edades.

En cachorros y hembras en lactación, quizá la más frecuente sea la infestación por acáridos. Estas lombrices viven en el intestino delgado de los perros y gatos parasitados y provocan un cuadro digestivo (diarrea, retraso en el crecimiento, abdomen abombado, poco apetito, debilidad y mal aspecto del pelo; también puede haber signos respiratorios y, en ocasiones graves, fiebre alta). Por este motivo, tanto cachorros como madres lactantes deben iniciar la desparasitación interna de forma temprana y periódica, siguiendo las indicaciones del veterinario. La infección en perros y gatos adultos puede ser totalmente asintomática, razón de más para seguir un tratamiento antihelmíntico preventivo regular.

 

Leishmania

La leishmania también es un parásito intracelular, pero en vez de parasitar a los glóbulos rojos como las babesias, parasita a los macrófagos, una célula del sistema inmunológico. La leishmaniosis es una zoonosis; eso significa que puede transmitirse a los seres humanos. La transmisión se produce mayoritariamente por la picadura de un mosquito flebotomo. 

Los flebotomos son mosquitos muy pequeños que están activos sobre todo al atardecer y al amanecer. La infección se produce sobre todo en perros de menos de 3 años y mayores de 8 años. Se sabe que hay razas con mayor susceptibilidad al desarrollo de la enfermedad (Pastor Alemán, Rottweiler, Cocker y Boxer) y que otras, como el Podenco Ibicenco, son resistentes. La enfermedad puede ser asintomática durante mucho tiempo, incluso años, pero cuando se manifiesta los signos clínicos son muy variados: adelgazamiento, cojeras, dermatitis y lesiones en los salientes óseos o borde de las orejas, sangrado por la nariz, afecciones de los ojos y problemas renales. 

Control y prevención

La desparasitación interna y externa de nuestras mascotas es esencial para prevenir todas estas enfermedades. Además, es importante que sigamos las pautas de dosificación que nos marque nuestro veterinario en función de la edad y peso de nuestra mascota.

 

Medidas de protección frente a parásitos internos y externos

  • Utiliza siempre un antiparasitario externo que tenga efecto repelente y un antiparasitario interno a modo preventivo.
  • Desparasita con la regularidad indicada por tu veterinario para mantener a raya pulgas, garrapatas, mosquitos, flebotomos, cestodos y nematodos.
  • No permitas que los perros o gatos laman platos o cubiertos que luego vayan a usar personas (aunque los laves).
  • Si tienes niños pequeños, enséñales que es importante que se laven las manos y la cara después de tocar a perros y gatos, sobre todo si no estamos seguros de si están correctamente desparasitados.
  • Es importante desparasitar a las hembras gestantes y a los cachorros. Consulta con tu veterinario cual es la mejor pauta para tu mascota. 
  • Si vas a viajar con tu mascota, consulta a tu veterinario para proteger a nuestra mascota de parásitos endémicos de otras zonas del país o del mundo. 

Vectra_perro con garrapatas

La desparasitación externa e interna de nuestra mascota es muy importante para su salud y la de nuestra familia