Dirofilariosis: una enfermedad grave y silenciosa

La enfermedad del gusano del corazón o dirofilariosis es una enfermedad grave provocada por un gusano nematodo que puede llegar a ser mortal. Está causada por la especie Dirofilaria immitis, un parásito sanguíneo que se transmite por la picadura de un mosquito. Puede afectar tanto a gatos como a perros.

En esta entrada vamos a repasar cómo se produce la infección, qué síntomas provoca y cuándo debemos ir a nuestro veterinario. Además, veremos por qué es relativamente fácil prevenirla y mucho más difícil tratarla.

 

Cómo se produce la infección y signos clínicos

 

El ciclo del parásito comienza cuando un mosquito hembra pica a un perro infectado e ingiere las larvas que circulan por la sangre del perro. Estas larvas, llamadas microfilarias, terminan su crecimiento en el intestino del mosquito en un periodo que dura entre 10 y 30 días.

Una vez pasado este tiempo, si el mosquito pica a otro perro le “inyectará” los parásitos, que penetrarán en su organismo y proseguirán su crecimiento hasta convertirse en adultos. Este proceso de maduración dura unos 6 meses y tiene lugar en el ventrículo derecho del corazón y vasos pulmonares del perro infectado, principalmente en la arteria pulmonar.

Después, los parásitos adultos se reproducen y liberan microfilarias al torrente sanguíneo del perro, volviendo a empezar el ciclo si le pica un nuevo mosquito.

 

dirofilariosis

El ciclo biológico de Dirofilaria es largo y los signos clínicos pueden tardar en aparecer.

 

La enfermedad del gusano del corazón es de evolución lenta y los signos clínicos al inicio de la infección pueden pasar desapercibidos. Normalmente, lo primero que notaremos es que nuestro perro tiene pocas ganas de jugar, se cansa rápido, tose después de correr… En gatos, estos signos son incluso más sutiles y muchas veces no se detectan hasta que la enfermedad está ya muy avanzada.

Poco a poco, estos signos se intensifican. Nuestra mascota puede tener dificultades para respirar después de jugar y correr. En ocasiones, los perros pueden incluso perder el conocimiento.

En fases más avanzadas puede existir tos con sangre, pérdida de apetito, abdomen hinchado (provocado por el fallo del corazón) y dificultad para respirar incluso en reposo.

El diagnóstico se basa en la identificación de las microfilarias y en la realización de un test mediante una muestra de sangre para identificar la presencia del gusano adulto. En ocasiones también pueden verse los parásitos en el corazón mediante una ecografía cardiaca. Se recomienda el chequeo anual de los animales en zonas endémicas o ante la aparición de síntomas compatibles.

El tratamiento consiste en eliminar los parásitos adultos y las microfilarias, pero no está exento de riesgos. Si todos los parásitos mueren a la vez puede producirse un tromboembolismo pulmonar que ponga en peligro la vida del animal. Además, también hay que eliminar unas bacterias que viven dentro de los parásitos adultos (Wolbachia) y que pueden causar problemas.

 

Cómo se produce la infección y signos clínicos

 

La dirofilariosis es una enfermedad grave, por lo que hay dirigir todos los esfuerzos a la prevención.

El tratamiento preventivo se basa en evitar la picadura del mosquito con un repelente de contacto como VECTRA® 3D. En caso de que llegue a picar, el objetivo es evitar que el parásito pueda completar su desarrollo con la administración mensual de antiparasitarios internos por vía oral desde un mes antes del inicio del periodo de actividad del vector hasta un mes después de que finalice.

También hay que tener en cuenta que los mosquitos ponen sus huevos en aguas poco profundas. Por tanto, una medida sencilla de aplicar en casa es evitar que se acumule el agua en los platos debajo de las macetas, cubos o jarrones, vaciar el agua de piscinas para niños cuando no se usen y cambiar el agua del bebedero de nuestra mascota con frecuencia.

Los mosquitos pueden picar en cualquier momento del día, pero suelen estar más activos al amanecer y atardecer. Su época de actividad va de mayo a noviembre en el hemisferio norte. No obstante,  el calentamiento global está propiciando que las épocas de riesgo sean cada vez más largas, encontrándose poblaciones de mosquito también en primavera o bien entrado el invierno, especialmente si las temperaturas son suaves.

Consulta con tu veterinario para establecer el programa de prevención frente a la dirofilariosis más adecuado según tu zona de residencia.

 

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