Quien tiene perro sabe que es muy probable que tenga que vérselas con una o varias garrapatas en algún momento de su vida.

Se trata de parásitos muy abundantes en la naturaleza, con especial predilección por los perros. Por ello, el momento del paseo es crítico, sobre todo cuando empieza el buen tiempo. La prevención es, una vez más, esencial ya que pueden transmitir varias enfermedades graves.

En esta entrada veremos cómo son, dónde viven y qué riesgos que entraña su picadura. También veremos cómo extraer correctamente una garrapata y cómo evitar que piquen a nuestra mascota.

Durante el paseo, tu perro puede estar expuesto a decenas de garrapatas.

¿Qué son las garrapatas y dónde se localizan?

Las garrapatas son artrópodos de la familia de las arañas que se alimentan de la sangre de un gran número de animales, incluidos perros, gatos e incluso seres humanos.

Su ciclo biológico consta de varias fases diferenciables por su tamaño (larva, ninfa y adulta). Todas las fases necesitan alimentarse de sangre para desarrollarse. Cuando buscan a un animal de que alimentarse se suben a una brizna de hierba y extienden sus patas delanteras para detectarlo. Cuando su víctima pasa por delante, se encaraman a ella y buscan una zona de piel donde picar.

Existen muchas especies que pueden picar a nuestras mascotas, pero las más frecuentes en España son Rhipicephalus sanguineus, Ixodes ricinus y Dermacentor reticulatus.

Todas las fases de la garrapata se alimentan de sangre.

Las garrapatas se localizan en zonas de vegetación baja, escondidas entre la hierba o los arbustos. En función de la especie, se concentran en zonas de bosque, en zonas de dehesa o matorral, o en el interior de madrigueras de animales silvestres.

Normalmente están más activas a partir de primavera y hasta el otoño (de marzo a noviembre en España), pero el cambio climático está favoreciendo que su periodo de actividad sea cada vez más largo, sobre todo los años de inviernos suaves. Las temperaturas bajas reducen su población y no aguantan las heladas.

Riesgos de las picaduras de garrapata

El problema de las garrapatas, más allá de lo molesto de la picadura y de la irritación que causa su saliva, es que si están infectadas pueden transmitir un gran número de enfermedades como anaplasmosis, enfermedad de Lyme (transmitida por el género Ixodes spp.), babesiosis, erliquiosis, fiebre botonosa mediterránea o parálisis neurotóxica, entre otras muchas.

La mayorías de estas enfermedades necesitan que la garrapata esté enganchada y alimentándose durante varias horas. Por eso es tan importante extraerlas lo antes posible.

A mi perro le ha picado una garrapata, ¿cómo se la quito?

Para picar y aspirar la sangre, la garrapata hunde la parte delantera de su cabeza (hipostoma) en la piel. Este hipostoma tiene como unos ganchos que hacen que, una vez enganchada, no se suelte con facilidad. Incluso algunas especies secretan una especie de cemento que hace que su extracción sea aún más compleja.

Para quitarlas, se recomienda ponerse guantes y emplear unas pinzas de borde romo y punta fina (¡no usar nunca los dedos!). También existen unas pinzas especiales con forma de anzuelo disponibles en los comercios de accesorios para mascotas. El objetivo es quitar la garrapata lo más rápidamente posible y sin que se quede ningún fragmento de cabeza hundido en la piel, ya que esto propiciaría que se siguieran liberando patógenos a la circulación sanguínea.

Técnica para extraer correctamente una garrapata:

1- Siéntate en un lugar tranquilo al lado de tu perro.

2- Ponte los guantes y retira el pelo para ver bien dónde está enganchada la garrapata.

3- Con las pinzas, sujeta la garrapata a ras de piel y tira suavemente de ella de forma perpendicular a la piel.

4- Nunca retuerzas la cabeza ni la aplastes. Tiene que salir completa.

5- No utilices aceite, alcohol ni éter para desprenderla.

6- Cuando la hayas sacado, lava bien la zona con agua y jabón, y aplica un antiséptico y un antiparasitario externo para eliminar cualquier otra garrapata que no hayas detectado. Elimina la garrapata metiéndola en un frasco con alcohol 70°.

7 - Observa a tu mascota durante un par de semanas. Ante cualquier signo de fiebre, cojera o malestar general, llévalo al veterinario.

Es muy importante extraer la garrapata en cuanto se detecte para evitar la transmisión de enfermedades.

Prevención

La mayor parte del ciclo biológico de las garrapatas tiene lugar fuera del perro, por lo que idealmente hay que tratar periódicamente tanto el entorno como nuestra mascota, especialmente en los periodos de máxima actividad.

Si tenemos jardín, es conveniente mantenerlo limpio de malas hierbas y evitar la entrada de animales silvestres en la parcela. La inspección ocular de nuestro perro al volver del paseo también es fundamental, de forma que podamos eliminar cualquier garrapata en el momento. Como en el campo no podemos controlar la presencia de garrapatas, es fundamental proteger a nuestra mascota con un antiparasitario eficaz.

El producto ideal tiene que actuar por contacto y tener efecto insecticida, repelente y regulador del crecimiento; además, tiene que ser resistente al agua:

- Efecto insecticida de acción rápida: mata a las garrapatas por contacto y caen del perro.

- Efecto repelente: al entrar en contacto con el perro, las garrapatas están incómodas, no consiguen fijarse (efecto “pies calientes”) y terminan cayendo al suelo. Esto es clave puesto que evita que lleguen a picar, evitando así el riesgo de transmisión de enfermedades.

- Efecto regulador del crecimiento (IGR): inhibe el desarrollo de la garrapata, evitando que se reproduzca y, por tanto, limitando la infestación del entorno. El uso regular de un producto con este efecto reduce la densidad de garrapatas en la zona.

Las pipetas VECTRA® 3D son insecticidas, repelentes y tienen un efecto regulador del crecimiento; son eficaces frente a Rhipicephalus sanguineus e Ixodes ricinus durante 4 semanas y frente a Dermacentor reticulatus durante 3 semanas. Consulta a tu veterinario para que te indique las pautas más indicadas a seguir según tu lugar de residencia.

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